En 1901 se descubrió una tumba en Egipto con la momia de un adolescente. Se trataba de una tumba prehistórica de unos 7000 años. Los huesos pélvicos de la momia guardaban en su interior el objeto más antiguo de interés urológico: Un Cálculo de Vejiga. Dicho cálculo era amarillo y constituído por un núcleo de ácido úrico y laminaciones concéntricas de oxalato de calcio y fosfato amonio de magnesio.

El ser humano siempre ha tenido la capacidad natural de poder formar cálculos o piedras. Sin embargo, la pregunta obligada es ¿Cómo se forma un cálculo en la vías urinarias?.

En condiciones normales la orina es un disolvente natural, es decir, tiene la capacidad de disolver sales minerales que excretamos diariamente, tales como, calcio, fósforo, magnesio, ácido úrico, fosfato amonio de magnesio, etc. Así que hay en la orina una gran cantidad de sales minerales que tienden a formar diminutos cristales que se unen unos con otros hasta formar un cálculo de una consistencia tan dura como una piedra.

Al proceso de formación de un cálculo en la orina se le llama urolitiasis y es consecuencia de procesos físicos complejos, inicia con una elevada concentración de sales hasta un punto en que la orina ya no puede disolverlas (saturación) y después del cual, al seguirse incrementando la sal, ésta se cristaliza (producto de solubilidad termodinámica). Una vez que los minerales o sales, se cristalizan se inicia el proceso llamado de nucleación, es decir pequeñas partículas que se adhieren a un núcleo hasta formar así una lamina mineral, sobre la cual se va formando otra lamina encima, sucesiva y concéntrica hasta llegar a un tamaño en milímetros y centímetros.

La clave de la formación de los cálculos en la orina es la saturación y sobresaturación de sales, derivado de la baja ingesta de agua, la elevada ingesta de sales de calcio en algunos alimentos, así como bebidas gaseosas, carnes rojas y sal de cocina.

¿Cómo saber si padecemos de urolitiasis?.

Existen factores de riesgo que justifican un protocolo de estudio, por ejemplo los antecedentes familiares, dolor recurrente en región lumbar, un examen general de orina patológico con huellas de sangre, cristales y uratos, infección recurrente de vías urinarias, síntomas urinarios bajos como dolor, ardor y dificultad para orinar. Al incrementar la ingesta diaria de agua natural, favorecemos la capacidad de la orina para disolver sales minerales y disminuímos el riesgo de padecer urolitiasis.

Por esto es apropiado realizarse una evaluación médica si existen los factores de riesgo comentados para desarrollar un cálculo en las vías urinarias.